El cumplimiento de los protocolos para impedir los contagios de la COVID-19 en los comedores escolares está implicando una carga de trabajo adicional para las plantillas, compuestas en su gran mayoría por mujeres. Monitoras, auxiliares de servicios y limpieza (ASL) y cocineras están “desbordadas” para poder cuidar, vigilar, limpiar y mantener la distancia de seguridad entre los grupos-burbuja de todos los niños y niñas que acuden a comer cada día. En la gran mayoría de casos está siendo más del doble de trabajo debido a la duplicidad de turnos para conseguir más separación, pero en muy pocos esto ha derivado en un aumento de las plantillas. Es más, incluso se han dado situaciones donde se han reducido porque las empresas no están haciendo el llamamiento de las trabajadoras fijas discontinuas.
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