Sábado por la mañana, banquillo de un campo de fútbol de la Comunidad de Madrid, segundo tiempo de un partido de categoría infantil (12 y 13 años). «¡No me jodas, el árbitro es de Podemos!», protesta un niño mientras se pone su sudadera tras ser sustituido. Su equipo pierde 1-0, se queja de las polémicas decisiones arbitrales tomadas durante el encuentro. Se sienta. Con una media sonrisa, uno de sus compañeros le responde: «¡A ver si los echan a todos, como dice mi madre!», dando por sentado que el colegiado, por sus rasgos, no es español.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario