Yolanda Reyes ha escrito un libro tan terapéutico como una sesión de diván, que no significa balsámico. No hay territorio de confort en esta novela, como difícilmente lo hay en el universo emocional de las adopciones tardías, cuando prohijar a un niño es el último recurso para quienes lo han probado todo con gran sufrimiento, y cuando ser adoptado es la vía de escape para quien ya fue abandonado. “La adopción es el choque de dos dolores”, dice Reyes (Bucaramanga, Colombia, 1959).Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Fuente de la imagen: Casa del Libro [fa type=»external-link»]