Has llorado mucho. Lo sé. Lloraste hace varias semanas, cuando viste que los fuerzas comenzaban a fallarle. “Es que Troya está muy mayor y pronto se va a morir”, me dijiste cuando te pregunté que pasaba. Tienes ya nueve años y no te quise mentir. No digo que no haya mentiras que puedan consolar, pero suele ser mejor encarar la realidad, llorar y reunir de nuevo fuerzas para seguir caminando. “Es verdad, pero de momento está aquí con nosotros, disfruta de ella y no lo pienses demasiado”.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: 20 minutos