«Además de acercarnos a los beneficios de la actividad física para el organismo, los valores olímpicos nos enseñan, independientemente de nuestra edad, a ser mejores ciudadanos en mente y espíritu. Promueven la mejora de las relaciones entre comunidades y naciones y contribuyen a que todos, sin excepción alguna, aprendamos a vivir en armonía. Dentro de tal filosofía residen diversos planteamientos inmensamente provechosos para los niños, cuyo aprendizaje contribuye a que sean mejores personas en su vida adulta.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo, sapos y princesas