«Los expertos aseguran que se trata de un proceso natural del desarrollo del lenguaje hasta los siente años, por lo que hay que tener cuidado con esta forma de comunicación con un niño.
El sarcasmo esconde una forma de burla o humillación soterrada, adornada con comentarios o palabras graciosas y aparentemente inocentes. Algunas expresiones sarcásticas pueden llegar, incluso, a ser muy desafortunadas y hasta hirientes, ya que, al fin y al cabo, en la mayoría de los casos, ese es su propósito.»
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País, de mamás y de papás