«Acoso en secreto amparado en apps de control parental.
Internet está lleno de fórmulas para espiar el móvil de la pareja. Ni siquiera hay que descubrir ese software en lugares recónditos de la Dark Web. Basta con buscarlas en Google. Aunque se trata de un delito, las apps que espían el teléfono de otros ni siquiera se esconden. Estos programas, conocidos como stalkerware se amparan en que están diseñados para el control parental. Su uso, en muchos casos, es otro muy distinto.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Vanguardia