«Cuando Ainhoa tenía dos años dio a sus padres un mensaje claro: soy una niña. En España, se estima que hay más de 10.000 personas cuya identidad de género no coincide con el sexo que se les asignó al nacer.
Cuando Ainhoa, de ocho años, tenía apenas dos dio a sus padres un mensaje alto y claro: soy una niña. No le interesaba jugar con coches o los balones que le habían comprado sus padres. A la hora de vestir, mostraba malestar, y cuando estaban en un restaurante, siempre pedía entrar al baño de las mujeres. “En sus ojos pude entender que sus rabietas no eran un capricho, sino algo mucho más profundo. Mi hija nació con pene”, explica su padre, Iban Mayo. En España, se estima que hay más de 10.000 personas cuya identidad de género no coincide con el sexo que se les asignó al nacer, y en torno a 700 son menores transexuales, según el Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León.»
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