«Las conductas adictivas adolescentes suponen un considerable problema de salud pública. No solo por la toxicidad de las sustancias consumidas en un período de gran vulnerabilidad para su desarrollo, sino también por las consecuencias psicosociales que tiene a nivel escolar, social, familiar e incluso económico.
Ante esta situación, la mejora de la atención a las adicciones adolescentes sigue sigue siendo un objetivo prioritario, tanto para la prevención como para el tratamiento de estos problemas. Pero, aunque el avance está siendo considerable, aún nos enfrentamos a diversas lagunas.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: The Conversation