«La organización Child Rescue Coalition ha creado una aplicación para rastrear los ordenadores que comparten pornografía infantil en todo el mundo. Millones de niños -víctimas potenciales- pasaron horas y horas frente a un móvil o un ordenador durante el confinamiento. El tráfico de material pedófilo creció un 500 por ciento.
La pandemia como oportunidad para abusar sexualmente de niños. En marzo de 2020, el confinamiento para frenar la COVID-19 se extiende por el mundo y en los foros pedófilos de la Internet oscura muchos se frotan las manos: «Es lo mejor que nos podía pasar». «Aprovechemos la oportunidad». Son frases detectadas en aquellos días por Europol. Millones de niños se disponen a pasar on-line más tiempo que nunca. Es, para los depredadores, la situación ideal. Acosar, engañar, seducir, abusar, violar, grabar y, por supuesto, compartir; estos son los verbos que conjugan con babeante lujuria.»
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