«Conocerse (y empezar una relación) con el coronavirus ya presente ha supuesto un reto extra para las nuevas parejas.
El inicio del amor siempre está un poco idealizado. Aquello de las primeras citas; o de verse todos los días, y gustarse, y no decir nada hasta que algún valiente da el paso; o de tan solo atisbarse por el rabillo del ojo y dejarse llevar por una pasión desmedida e incontrolable. Pero, aunque cada una tuviera un comienzo distinto, una nueva relación siempre cumplía un patrón, más o menos, que creaba una hoja de ruta a seguir: que si conocer a los padres, que si salir de fiesta con los amigos del otro, que si el primer viaje… Hasta que llegó una inaudita pandemia y tambaleó lo conocido.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC Bienestar