«José Mazuelos, presidente de la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida de la CEE, reivindica su papel en un momento de «cambio antropológico y cultural».
Que la familia vive una crisis es una realidad. Así lo corroboran datos como el descenso del número de matrimonios civiles y religiosos, la baja tasa de natalidad y el consecuente crecimiento negativo de la población. En 2020 hubo 153.000 muertes más que nacimientos. A todo ello habría que añadir las rupturas o el abandono de los mayores. De esta realidad no escapa la familia cristiana. Basta acercarse a la última memoria de la Iglesia para comprobar un acusado descenso de los matrimonios, así como de los bautismos, las primeras comuniones y las confirmaciones.»
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]