«Muchos padres no podemos evitar vernos sorprendidos cuando, en un momento dado, nuestros hijos de corta edad deciden besarse en los labios con otros compañeros y amigos. Una conducta totalmente extendida entre los adultos y generalmente debida a un vínculo sentimental, pero que puede venir motivada por el mero sentimiento de cariño mutuo o ser asociada, por el contrario, con un contexto sexual. Quizá sea esta última connotación la que más nos preocupe a los adultos cuando somos testigos de besos en la boca entre niños. Pero, ¿está justificada nuestra inquietud o estamos exagerando?»
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo, sapos y princesas