«La ausencia de un horario de sueño regular durante las vacaciones puede provocar en los niños síntomas similares al jet lag, como fatiga diurna, sueño perturbado, mal humor e irritabilidad.
Los niños pequeños necesitan dormir al menos 10 horas cada noche. Si bien los padres suelen tener esta necesidad de sueño muy presente durante el curso escolar, la finalización de éste y la relajación de horarios y rutinas durante las vacaciones hace que muchas veces los niños no duerman lo suficiente una vez terminado el colegio.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC Familia