««Si tu hijo te pide un viaje de estudios en pandemia, le dices que no, ahora no toca, tendrá que esperar a que esta pesadilla termine».
Doy por sentado que la juventud debe ser rebelde. O al menos tener cierto punto de rebeldía, de asertividad, de esa sensación de inmortalidad que te hace querer comerte el mundo cuando la verdad es que no has empezado ni el aperitivo. Esas ansias de libertad y diversión no deben ser irresponsabilidad. El megabrote de contagios por los viajes de estudios en Mallorca ha ocurrido por una falta total de responsabilidad. Sobre todo, de los adultos que hay detrás de esos críos.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC