«La atención hospitalaria fragmentada se basa en la premisa de que el embarazo y el parto son en sí mismos procesos que requieren ser dirigidos. Así, la inducción del parto, la analgesia epidural y la cesárea son ahora temáticas comunes en los relatos de parto de muchas mujeres. Desde esta perspectiva, el dolor del parto es considerado como algo que necesita ser aliviado y el uso de la analgesia epidural se considera una práctica normal (Newnham, McKellar, & Pincombe, 2016). Tanto las madres como en muchos casos los profesionales tienen poco conocimiento sobre la fisiología del parto normal y en particular, sobre los beneficios del parto fisiológico (Wong, He, Shorey, & Koh, 2017). Sin embargo, tener un parto vaginal con mínima interferencia supone considerables beneficios para mujeres y sus bebés tanto a corto como a largo plazo.»
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