«La familia Trillo, de un pueblo de Jaén, triunfó siempre gracias al esfuerzo y los estudios. Pero este alumno modelo, que cursa un doctorado sobre inteligencia artificial, desconfía del porvenir. Aún no ha conseguido independizarse.
El abuelo, Ramón Trillo, labrador y albañil, se fue en bicicleta desde su pueblo, Peal de Becerro, provincia de Jaén, hasta Tortosa (Tarragona) para trabajar en la recogida del arroz. Corrían los años cincuenta. La bicicleta no tenía frenos. El padre, José Ramón Trillo, con 24 años y con la Formación Profesional de nivel 2 de Electrónica, viajó en 1987 en autoestop desde Sevilla, donde estaba haciendo la mili, hasta Madrid, para una entrevista de un trabajo que consistiría en inspeccionar subestaciones eléctricas por toda España. Durmió en el sofá de la casa de un amigo. Le contrataron. Como le faltaba un mes de mili, en la empresa le computaron el primer mes como vacaciones. El hijo, José Ramón Trillo, protagonista de esta historia, de 27 años, nació y vive en Jódar (Jaén), una localidad de 11.800 habitantes rodeada de olivares, es licenciado en Matemáticas e Informática, máster en Ingeniería Electrónica y actualmente hace un doctorado sobre Inteligencia Artificial.»
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