«El Rompecráneos, La caza del pijo, Vacuum challenge, La ballena azul… Estos y otros peligrosos retos virales han conseguido que miles de adolescentes pongan en peligro sus vidas o las de otros sin sopesar las consecuencias. ¿Qué puede haber de ‘atractivo’ en grabar vídeos poniendo la zancadilla a un amigo, golpeando a chavales que viven en barrios de clase alta, envasándose a sí mismos al vacío con un aspirador o autolesionándose en distintas pruebas, como demandaba el terrorífico reto de La ballena azul? Según los expertos, compartir estos retos les hace sentir conectados entre ellos durante su transición al mundo adulto, un ‘viaje’ que, en realidad, es lo más parecido a un duelo.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo