«En los últimos cinco años, los grupos provida han conseguido salvar la vida de más 5.200 niños a las puertas de las clínicas abortistas.
Michelle Ortiz tenía apenas 19 años cuando se enteró de que estaba embaraza. Su novio de entonces no quería niños y su familia consideró que lo más apropiado para una joven de su edad era abortar. Sin trabajo y con todos sus seres queridos en contra, Michelle acabó en la clínica Dator de Madrid, uno de los centros acreditados para la interrupción voluntaria del embarazo.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC