«Hace escasos días recibíamos la sacudida del hallazgo del cadáver de la pequeña Olivia en la costa de Tenerife. El cuerpo de Anna sigue aún sin ser localizado, aunque no hay muchas esperanzas de que haya corrido una suerte distinta de la de su hermana. Un nuevo crimen de violencia de género, entre tantos, que se ha cobrado la vida de dos niñas.
Los niños y las niñas son a menudo víctimas de sus padres agresores, llegando a ser asesinados. Se convierten en una forma más, y la más dolorosa, de hacerle daño a sus madres.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: The Conversation