«Con el cierre de discotecas por el Covid, captan a los menores en colegios y los usan para guardar armas y vender droga. Ya son más de dos mil miembros.
Empezaron con un simple trapicheo, para su propio consumo, en parques y callejones de los barrios donde más se mueven; pero las bandas latinas se han ido especializando y, para financiar sus gastos y las armas que utilizan, han ido poco a poco montando sus propios narcopisos. Una práctica cada vez más extendida y, si tenemos en cuenta que sus integrantes son más jóvenes aún, tremendamente peligrosa. Son ya más de una docena estos inmuebles detectados en Madrid, pero se cree que la cifra es muy superior.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC