«¿Qué recordarán nuestros hijos de este año horrible?.
“Juguemos a escondernos del virus, papá”, me dijo mi hijo, hace poco más de un año. Me sorprendió y entristeció que a sus recién cumplidos dos años hablara del virus con tal familiaridad, pero tenía sentido, la pandemia ya había comenzado a transformar su vida —para mal y para bien, porque extrañaba los paseos por el Bosque de Chapultepec con la misma intensidad con que celebraba la suspensión de clases (su incipiente vida escolar no le gustaba para nada).»
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[fa type=»file-text»] Fuente: The New York Times