«Rabat despliega coches camuflados en la zona de Castillejos para localizar a los rezagados de la avalancha migratoria.
Una vez identificados, si son niños son enviados a centros de menores; si son adultos, a sus localidades de origen.
Marruecos no puede asumir que se repita una imagen como la de hace quince días, cuando utilizó a miles de sus ciudadanos, una buena parte de ellos menores, para presionar a España facilitando su entrada en Ceuta en plena crisis diplomática. Mohamed VI, al principio de esta semana, ordenó zanjar el problema de los menores marroquíes que se encontraban en países europeos como España. Las órdenes del monarca no se limitaron a tomar medidas en el exterior y el Ejecutivo africano también ha recibido directrices precisas para despejar la zona fronteriza con la ciudad autónoma después de los sucesos acaecidos ya hace dos semanas.»
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