«Hace unos días se cumplieron 25 años del asesinato de los monjes de Tibhirine, en Argelia. Siempre que me encuentro con familias me vine a la mente su prior, Christian de Chergé. Dejó grabadas doce cintas comentando el libro del Cantar de los Cantares. En una de ellas formula una frase que alcanzó mi corazón cuando la leí: «Convertirse es ser atraído». Y es verdad, pues, al repasar mi historia personal, creo que la conversión supone una atracción. En mi vida, en mí y en muchas de las gentes que he conocido, he observado que las cosas más importantes las hacemos por atracción. Las grandes decisiones y vocaciones humanas se formulan por atracción.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: Alfa & Omega