«Menos llantos de bebés. Más casas abandonadas. Hacia mediados de este siglo, cuando las muertes empiecen a superar a los nacimientos, se producirán cambios difíciles de comprender.
En todo el mundo, los países enfrentan un estancamiento poblacional y un descenso en la fertilidad, lo que representa un rápido retroceso sin precedentes en la historia que hará que las fiestas de primer cumpleaños serán más raras que los funerales y que las casas vacías lleguen a ser algo normal.»
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: The New York Times