«Jugamos porque nos gusta resolver retos. Y lo hacemos desde nuestra autonomía, tomando decisiones.
Eso es positivo: aprendemos cosas nuevas y nos esforzamos. Si nos equivocamos, no pasa nada, volvemos a empezar la partida. De hecho, así es como mejoramos nuestras habilidades: variando la estrategia y probando una y otra vez hasta que dominamos la partida.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: The Conversation