«El rechazo y la decepción son dos sentimientos difíciles de experimentar. A nadie le gusta vivirlos. Son incómodos y dolorosos, y podrían dejar cicatrices emocionales duraderas. Recibir una negativa y saberse desestimado es bastante difícil de manejar incluso para los adultos; así que podemos imaginar que resulte aún más complicado para los menores. ¿Qué podemos hacer para ayudar a los niños que se sienten rechazados por otros niños? ¿Cómo proceder para que aprendan a lidiar con las emociones que acompañan a este sentimiento?»
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo, sapos y princesas