«El fin de la educación reglada y obligatoria están definidos por un conjunto de competencias y contenidos cerrados. Se parte de la base que toda actividad tiene que ser evaluada.
La educación es una actividad humana y como prácticamente todas las actividades es una actividad orientada a unos fines, es decir, teleológica. Los fines y los objetivos de la educación reglada y obligatoria están definidos por un conjunto de competencias y contenidos cerrados. Se parte de la base que toda actividad tiene que ser evaluada para observar y detectar si se están consiguiendo los objetivos. Así que los exámenes y controles que se realizan al alumnado serían una especie de rendición de cuentas que permite descifrar los logros y carencias. Félix García Moriyón es Doctor en Filosofía y profesor del Departamento de Didácticas de la UAM: “Desde luego evaluar no es nada sencillo; para diseñar una buena evaluación, tanto informativa como formativa, hay que responder a las siguientes preguntas: ¿Qué se evalúa? ¿Cómo se evalúa? ¿Quién evalúa? ¿Para qué se evalúa? Aquí puede haber una cierta discrepancia entre lo que oficialmente ocurre y lo que de hecho ocurre”.»
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