«La adolescencia es sin duda la etapa educativa en la que nuestros hijos necesitan de nosotros nuestra mejor versión, transmitiéndoles que les queremos sin límites o condiciones.
Le miras y te cuesta aceptar que haya crecido tanto y tan rápido. Recuerdas cuando de pequeño deseabas que creciese rápido para poder descansar. Ahora te gustaría parar el tiempo para volver a tenerlo en tus brazos como cuando era un bebé. Echas de menos que te pida que juegues con él, que le ayudes con las tareas escolares, que te necesite para hacer las cosas. Que quiera hacer planes contigo o le apetezca pasar el tiempo libre juntos.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País, de mamás y de papás