«La entidad eclesial en La Rioja cuenta, a través de su proyecto Alojamientos Temporales, con 16 viviendas para los más vulnerables.
Venezuela es el país con mayor inflación del mundo. Los precios están disparados y, en estas circunstancias, Lismardy Villalobos no podía hacer frente al coste de las continuas visitas al hospital que debía hacer con su hija. «Tiene mielomeningocele, la tuvieron que poner una válvula en la columna y se la revisan cada seis meses», asegura. No alcanzaba a cubrir el gasto ni aunque hubiera empleado íntegro el sueldo que percibía en sus dos trabajos. «Ejercía de docente y por las tardes era la encargada de una tienda de zapatos». Pero de sus emolumentos debía también sostener a su madre, «que vivía con nosotros» y «atender los gastos del día a día». Inasumible. Tanto que «decidí venir a España para trabajar y poder así tener atendidas a mi madre y a mi hija». Aquí se topó, sin embargo, con el precio de la vivienda por las nubes y con una situación administrativa que no le permitía trabajar legalmente hasta que no llevara en España tres años. Entonces apareció Cáritas, cuya delegación de La Rioja le ofreció participar en el proyecto Alojamientos Temporales. «De lo contrario, hubiéramos acabado en la calle», concluye Villalobos, que en dos meses cumplirá el plazo para solicitar el permiso de trabajo.»
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