«Con la entrada en vigor de la Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil, proyecto que comenzó a tomar forma allá por 2010 durante la segunda legislatura del expresidente Zapatero, se confirma la desaparición del Libro de Familia tras más de un siglo de existencia. Un repentino cambio que puede generar diversas dudas acerca de cómo funcionarán las cosas a partir de ahora. ¿Seguirán sirviendo los documentos antiguos? ¿Tendremos que realizar algún trámite para el traslado de los datos? Y para consultarlos o modificarlos, ¿cómo habrá que proceder? A continuación, daremos respuesta a estas y otras posibles preguntas y aclararemos, en base a los argumentos de los expertos, si la transición será beneficiosa o perjudicial para los ciudadanos.»
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