«Las vacaciones de abuelos y nietos -sin los padres- permiten una desconexión y, a su vez, un reencuentro.
Es posible que el vocablo induzca a más de un lector al equívoco. Y es que la similitud de la palabra gramping con otros conceptos que se han hecho un hueco en los viajes, como camping, glamping -camping con glamur- o champing – alojarse en antiguas iglesias- es evidente.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Vanguardia