«En Madrid y en la mayoría de las Comunidades Autónomas son más los menores españoles que los extranjeros viviendo en residencias de acogida, un modelo costoso y que debería tener un carácter temporal y no prioritario.
Los menores tutelados en acogimiento familiar o residencial son niños y niñas que necesitan una protección especial porque están en situación de desamparo o porque hay otras circunstancias en su familia de origen que obligan a la Administración a retirar la guarda a sus progenitores de manera temporal (o definitiva, como sucede con la adopción). «El sistema de protección en España es único: no hay uno para nacionales y otro para extranjeros», explica Almudena Escorial, Responsable de Incidencia Política de la Plataforma de Infancia. «Tanto la Ley española de protección jurídica del menor como la Convención de Derechos del Niño, que es ley en España, obliga al Estado español a proteger a los niños extranjeros exactamente igual que a los españoles. De ninguna manera podríamos no hacerlo, es una obligación tanto moral como jurídica», recalca.»
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