«En el caso de las parejas de mujeres, la filiación de la progenitora no gestante está supeditada a que contraigan matrimonio, y si no lo hacen, la única alternativa es que adopte a la criatura, como han hecho Pilu y Noelia, que se negaban a casarse como imposición.
Pilu todavía no ha podido disfrutar de las 16 semanas de permiso a las que desde el 1 de enero tienen derecho los padres y progenitores no gestantes tras el nacimiento de su hija. Aún está esperando a que llegue la resolución firme que acredite que la pequeña, que dio a luz su pareja Noelia en febrero de 2020, es también hija suya aunque no la haya gestado. Ellas son una de las pocas que han decidido eludir el requisito al que siguen sometidas las parejas de mujeres para poder inscribir en el Registro Civil a las criaturas como hijos e hijas de ambas: casarse. Si no lo hacen, la única opción que tienen es que la mujer no gestante adopte a la niña, que es el trámite en el que está inmersa Pilu: «Legalmente mi hija sigue sin ser mi hija» más de un año después de nacer, señala a elDiario.es.»
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