«Las asociaciones de vecinos siguen atendiendo a familias sin los recursos más elementales y se quejan de la insuficiente acción municipal.
En pleno confinamiento, en marzo de 2020, algunos miembros de la Asociación de Vecinos de Aluche se movilizaron para ayudar a unos cuantos ancianos localizados, llevándoles comida porque los ancianos no podían salir de casa. La noticia de que una asociación entregaba alimentos gratis corrió por el barrio y, a los pocos días, ya había varias personas esperando en la puerta del local de la agrupación diciendo que no tenían para comer. Algunos bajaban con gorros y con bufandas, tapándose la boca y la cara porque les daba vergüenza que les reconocieran sus propios vecinos. Pronto eran centenares los que, en un parque cercano, hacían cola con el carrito vacío de la compra. Un vídeo viral les mostraba esperando en fila india. Habían nacido “Las colas del hambre”, la expresión que a partir de entonces simboliza a los expulsados repentinamente a la miseria debido a la parálisis total de la economía. Llegaron a ser 100.000, según la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM).»
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]