«El discurso de Irene Montero sobre ‘niñes’ que deben ser ‘escuchades’ refleja la potencia de lo neutro como batalla cultural. Y, más allá de las contorsiones del lenguaje, las empresas intentan captar el mercado. El último ejemplo: el Señor Potato dejará de ser un señor.»
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo