«En el colegio la llamaban ‘Merichane’, como una prostituta de su pueblo. Sufrió acoso escolar y abuso sexual. Luego, maltratos psicológicos de parejas tóxicas. Ella cargaba con la culpa y la vergüenza. Sola. En silencio. Hasta que estalló y decidió soltar esa mochila. La cantante lo cuenta ahora en un gran disco que ha titulado ‘Puta’. Una catarsis personal. Su historia atraviesa la de muchas mujeres víctimas de los agravios, los juicios morales y el machismo.
El día que Zahara se iba a mudar de piso a causa de su separación con el padre de su hijo se acercó a la portera del edificio en el que había estado viviendo los últimos años y le dijo que sabía que la llamaba puta. “Tenía demonios saliéndome por el cuerpo, pero intenté hacerlo con serenidad. No me podía creer que estuviese diciéndole a esa mujer que sabía que iba hablando de mí a todos los vecinos. Nunca me había atrevido a hacer algo así”. Fueron casi 40 minutos de justificaciones, negaciones y enredos verbales en los que Zahara sudó sin parar. “No había olido tan mal en mi vida. No era olor humano. Era un olor que venía del averno. Creo que era el olor que venía acumulando a lo largo de mi vida por todas las veces que no me había podido enfrentar a alguien que me había llamado puta”. “Un olor de azufre emanando de mis venas”, tal y como canta en Ramona, la primera canción que compuso de Puta, el nuevo disco que publicará el 30 de abril, toda una catarsis de una vida marcada por los agravios y los juicios morales, pero también por el acoso escolar, el maltrato psicológico y el abuso sexual.»
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]