«El sentimiento de culpa es algo que nos persigue, que tiene una carga emocional que pesa como una losa y que no siempre somos capaces de soportar.
Qué duda cabe que los peores jueces somos nosotros mismos.
Nuestro nivel de exigencia, a la hora de ejercer como padres, en la mayoría de los casos es mayor que en cualquier otro ámbito de nuestras vidas.
Nadie nos enseña a ser padres. No hay ningún libro, como tal, por el que seguir unas pautas, pero lo cierto es que, como si de una carrera universitaria se tratara, intentamos hacerlo lo mejor posible para sacar buena nota.»
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País, de mamás y de papás