«El primer contacto con la pornografía se produce desde los 8 años y su consumo se generaliza a partir de los 14, según diversos estudios.
No todo el porno es igual, pero a determinadas edades cualquier porno puede ser inadecuado. No todo el porno muestra violencia hacia las mujeres, pero esta está muy presente en producciones de consumo masivo o ‘mainstream’. Por otro lado, el recurso reiterado a una conducta placentera como puede ser el acceso a contenido pornográfico, con independencia de la edad o del tipo de porno de que se trate, puede generar un círculo vicioso que afecte de forma peligrosa a una persona, condicionando seriamente su bienestar.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC Familia