«Los profesores Jaume Carbonell, Jaume Martínez y Juan Izuzkiza reflexionan acerca del papel emancipador y de transformación social al que la educación pública no puede (ni debe) renunciar.
– “¿Piensas que Aurora no estudia bien? –le pregunté, confuso.
– Eso pienso, exactamente. No sabe estudiar.
– Pero saca buenas notas –afirmé yo–. ¿No saca las mejores notas?
– ¡Qué tiene que ver! Pero no sabe nada. Solo estudia para sacar las notas y luego se le olvida todo, porque la verdad es que le importa poquísimo”.
Este diálogo de Carmen Martín Gaite en Ritmo lento (1963) sirve para ilustrar uno de los mayores problemas del sistema educativo actual, que empuja a los alumnos a memorizar conocimientos para regurgitarlos el día del examen y que sin embargo suelen olvidarse con demasiada facilidad. Un modelo enciclopédico consagrado en la denominada ley Wert que ahora Educación quiere sustituir por otro basado en competencias y aplicación de conocimientos como el implantado recientemente en Portugal, Finlandia, Quebec, Gales y Escocia, y que sin duda invita también a reflexionar acerca del papel que debería tener una escuela pública de calidad en el corazón de una sociedad verdaderamente democrática.»
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