«Es un lugar común tan arraigado que han hecho falta años de investigación para desmentirlo.
Qué peso me ha quitado de encima el psicólogo Wallace E. Dixon Jr., profesor de la universidad estatal Tennessee Este y uno de los autores del estudio bellamente titulado Desafío del vínculo entre la exposición a la televisión en la primera infancia y los problemas de atención posteriores. Tranquilos, padres del mundo: no estáis volviendo idiotas a vuestras criaturas al ponerles Peppa Pig en bucle. Los científicos que acaban de publicar este trabajo en Psychological Science no han encontrado la menor relación causal entre empapuzarse de tele y pantallicas y la aparición de trastornos de aprendizaje o de concentración. Si los niños se alelan más tarde se debe a otras razones, que nunca faltan.»
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