«Grupos burbuja, clases confinadas por positivos en coronavirus, hogares devastados por la pérdida de algún familiar… los estudiantes tienen por delante un complicado 2021 en el que los contenidos curriculares no serán el único aprendizaje.
No es el curso de los abrazos ni de los niños amontonados en el patio intercambiando cromos. Sí el de las mascarillas, la distancia social y, sobre todo, la incertidumbre. Si en marzo los alumnos tuvieron que hacer frente a la suspensión de la enseñanza presencial debido al Covid, la vuelta al cole ha continuado marcada por la preocupación. Grupos burbuja, clases confinadas por positivos en coronavirus, hogares devastados por la pérdida de algún familiar… los estudiantes tienen por delante un complicado 2021 en el que los contenidos curriculares no serán el único aprendizaje. Adaptar las interacciones con los compañeros a las nuevas cautelas sanitarias, mantener la rutina del estudio en un régimen que, en las etapas educativas más avanzadas, combina la presencialidad con las sesiones a distancia o encontrar motivaciones en un contexto de tanta tensión son algunas asignaturas de las que también se están teniendo que «examinar» los escolares.»
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