«Cuando mis papás se divorciaron, perdí el vínculo que mantenía unida a nuestra familia. Y después volví a encontrarlo.
Tengo 15 años y soy hija única. La gente que me conoce no suele pensar que soy hija única porque hablo con la rapidez de alguien que siempre ha tenido que competir por el espacio en una conversación, como si tuviera diez hermanos. Pero no, solo soy yo.»
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[fa type=»file-text»] Fuente: The New York Times