El curso pasado, marcado por el cierre durante tres meses de los centros educativos como medida de emergencia para frenar la primera ola del coronavirus, terminó con la mayor proporción de aprobados que se recuerda. Las autoridades educativas decidieron flexibilizar las normas que regulan la promoción de curso para compensar las graves dificultades que afrontó el sistema educativo al reinventarse de la noche a la mañana en la modalidad a distancia. El resultado fue que la tasa de aprobados subió hasta 10 puntos en algún curso (como segundo de bachillerato), más de lo que lo había hecho a lo largo de una década, según las estadísticas oficiales a las que ha tenido acceso EL PAÍS.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País