Las personas somos tiempo. Tiempo que respira y piensa. Somos, en parte, la expresión viva del tiempo que nos ha tocado vivir. Nuestros actos están enmarcados en un tiempo y responden a las líneas vectoriales de este: vivimos en un tiempo y al mismo tiempo somos la expresión de este tiempo, aunque no lo sepamos. Este es el fundamento de lo que llamamos generaciones. Todos hemos sido jóvenes (algunos todavía lo son), todos hemos sido niños, nos hemos formado, nos hemos incorporado a la vida adulta y hemos tenido esperanzas similares y hemos tenido que luchar contra miedos similares.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El mon de demá