Lucía del Prado es autora del libro Yo no puedo ser dos. Los padres se divorcian, los hijos no y presidenta de la Fundación Filia de Amparo al Menor (2011). La misión de esta organización es “prevenir los graves daños que sufren los niños tras un divorcio de alta conflictividad”. Del Prado añade: “Daño de tipo emocional”. “Solo el 15% de los casos consume el 90% de los recursos judiciales, de ahí las montañas de expedientes judiciales y la lentitud en resolver. Cuando los conflictos traspasan la delgada línea del respeto, no se logra dar marcha atrás y se utiliza a los hijos como elemento de chantaje. El daño emocional causado lo arrastrarán a lo largo de su vida si no se trata”, manifiesta la experta.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País