Uno de los mayores retos del ser humano consiste en educar a los niños para hacer una sociedad mejor. Son muchos los agentes que se dedican en cuerpo y alma a la educación de los menores. No solamente madres y padres participan de este gran reto sino que maestros, profesionales y cualquier persona que pertenezca a nuestra sociedad aporta algo, por poco que sea, a la educación de los más vulnerables. Si ya de por sí la tarea de educar es difícil con unos padres comprometidos, que disponen de tiempo y que se quieren, las cosas se complican, y puede que mucho, cuando la relación o el matrimonio se rompe.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País