¿Y qué es eso? Pues sexualidad y pornografía. Es cierto que se puede hablar de sexualidad sin hablar de pornografía, pero también es verdad que cuanto más retrasemos la conversación sobre la sexualidad, más necesaria será la charla sobre pornografía. Y aquí tal vez está el primer error, retrasar la conversación, evitarla o tratarla simplemente de manera puntual, precisamente en el formato típico de una “charla” tediosa.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País