Uno de cada 100 niños tiene autismo en Europa. Un trastorno que no se cura y que, a pesar de la individualidad de cada persona que lo padece, normalmente afecta principalmente a la capacidad comunicativa y emocional del individuo y le hace tener comportamientos repetitivos e intereses restringidos, lo que limita muchas veces sus aspiraciones. Esta condición tiene una alta prevalencia, pero a diferencia de otras, como el Síndrome de Down, no poseen todavía del mismo reconocimiento y aceptación social, una demanda más que necesaria este 3 de diciembre Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País