Cuando se habla de disciplina positiva se puede relacionar erróneamente con una educación sin límites. Sin embargo, la firmeza no tiene por qué estar reñida con el respeto mutuo. El cambio de paradigma consiste en sustituir la expresión “porque lo digo yo”, por una metodología que atienda las necesidades y emociones de los niños en cada una de sus etapas. Esta es la propuesta de María Soto, logopeda y educadora certificada por la Positive Discipline Association, que aporta herramientas de disciplina positiva en su libro Educa bonito (Editorial Vergara).
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País